5.2.09

Título: Una mujer siempre dispuesta: La verdad sobre los cuentos de hadas.

“¿Cuántas son las cosas que estamos dispuestas a hacer por un hombre?
Y no hablo de “el hombre”. Sino por cualquier individuo del sexo masculino que consideremos necesario que permanezca a nuestro lado por alguna razón, ya sea: amor, excitación, tranquilidad, compañía, diversión o, en el peor de los casos, porque un día nos olvidamos de decirle que se fuera, y ahora ¿para qué? Si a partir de que se compró los auriculares para la tele ya ni siquiera molesta.
Tal vez esto parezca una locura, pero les aseguro que las mujeres somos capaces de hacer 1.500 kilómetros en monopatín, si tan sólo sospechamos la posibilidad de encontrarnos con el amor de nuestra vida. Las madres, abuelas y tías de la familia se encargaron de leernos incansablemente cuentos y más cuentos de príncipes azules durante toda nuestra infancia. Y nosotras parece que nos sentimos en la obligación de mantener viva la ilusión de que un día nos suceda lo que a Cenicienta. O al menos lo que a Blanca Nieves, que a falta de príncipe azul, se consiguió 7 enanitos para irse de joda ¡Una que de pequeña la consideraba tan ingenua y modosita! Y ahora, después de tantos años, viene a descubrir que era una piola bárbara. Un hombre para cada día de la semana se consiguió la muy zorra. Es verdad que no eran Brad Pitt, y que eran más petizos que Dani De Vito, ¡pero eran 7! Yo ni siquiera cuento con un gnomo para salir los sábados.” (Del libro de monólogos: Amores en Fuga de Natalia Aparicio. Buenos Aires, 2005)

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